martes, 24 de agosto de 2010

Un trocito de mis reflexiones.

¿Una reflexión más? Quizás…

Puede que mis palabras no sean la solución a ningún problema. Puede que esta no sea la manera correcta de “arreglar el mundo”, pero ¿Qué gano silenciando mi conciencia con un “bah, no es problema mío”?

Las soluciones no se encuentran buscando en la superficie de los problemas. Hay que indagar, experimentar desde dentro y, sobre todo, sentirse parte de ese interior.

¿En qué mundo “vivimos”? ¿En qué hemos convertido la vida? ¿Cómo hemos llegado al punto en el que unos papeles condicionan el derecho a la vida, el derecho a la felicidad, el derecho a la IGUALDAD?

Cuando una mirada sea capaz de romper todas las fronteras en millones de trocitos.

Cuando todas las culturas sean capaces de comunicarse en un solo idioma: la Igualdad.

Cuando el equilibrio global que ahora soñamos, al despertar, se convierta en una realidad.

Cuando la inmigración/emigración sea sinónimo de prosperidad y, esta vez sí sea cierto.


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